Sobre corazones y vida.

By Jezzarte - abril 09, 2017








¿Qué  carajos se supone que haga ahora con mi corazón?


La de arriba es una ilustración a propósito del mar de sentimientos al que me vi enfrentada cuando sarpé hacia alta mar del amor el viernes de la semana pasada. Y precisamente quise ponerla como introducción en éste escrito. Me parecía que quedaba como anillo al dedo. 

Pues bien, ¿conoces el efecto mariposa? Nos dice que si una mariposa se encuentra en el lugar indicado, en el momento preciso, puede provocar un huracán. Probablemente pienses que es algo muy estúpido, porque, ¿cómo es que una cosa tan insignificante va a causar tremenda devastación? Pues lo hace. Porque es más complejo que una simple mariposa. Es un detalle. Y los detalles son lo más importante en nuestras vidas. Lo más importante en la mía por lo menos. Porque gracias a esas mariposas que ocurrieron en mi vida y que decidí ignorar y menospreciar, ahora sufro bastante mientras intento mejorarme. 

Hace 3 años podría decir, conocí a una persona que cambió mi mundo. Como cualquiera que logra tocarte el corazón. Pero, poco a poco logró tocar a mis neuronas, a mis hormonas, a mis venas, a mi sangre y a mi piel. Cosa que no hace nadie a menos de que exista amor. Ésta persona era mi pareja. 

Durante nuestra relación tuvimos excelentes momentos, malos ratos, experiencias, peleas, alegrías. Todo. Cosa normal en cualquier relación. Sin embargo, hacia ya dos meses yo noté un cambio. Los malos ratos nos habían gastado a tal grado de alejarnos física y emocionalmente. Yo me volví más distante acorde lo físico y él a lo emocional. Ambos podíamos darnos cuenta. O por lo menos, yo me daba cuenta. Pero no hice nada al respecto. Realmente pensaba que era una fase más, un mal rato que teníamos que pasar, y que gracias al amor que él me tenía todo sería más claro en algún momento. Mala decisión. Porque no se trataba de una fase. Se trataba de cansancio. De un cambio. 

Nuestro alejamiento llegó a tal grado de que solamente existieran peleas. Y el universo sabe que yo soy necia. Así que en las peleas nunca me daba por vencida, nunca dejaba de lado lo que pensaba y sentía. Otra mala decisión. Porque lo que para mí era ser sincera en el momento, para él era verme como una insensible incapaz de reflexionar. Así que como te digo, existieron muchas peleas a partir de ese tiempo, lo cual, lógicamente haría que él se desesperara y cansara de lo que yo era. 

Además, éste lapso de tiempo cayó justo en el momento en que yo me encontraba en un punto de estabilidad emocional. Porque logré entender por fin a qué personas no quería en mi vida, y a quiénes sí. Porque logré comprender que mi mente y mi corazón necesitaban espacio para ellos mismos después de tanto sin pensarlos. Lo anterior, a ojos de mi amado, se interpretó como un cambio de personalidad, de alejamiento social y conformismo. Pero no fue lo único que se cambió a través del filtro de la mirada. También fue mi separación sobre mi vida personal y mi trabajo. Verás, yo soy dibujante, y por tanto, necesitaba un espacio donde poner mi portafolio y ya que la única red social que me encantaba para eso era instagram, terminé evitando fotos de mi vida personal para sólo poner trabajos para el público. Por lo cual, además de subir cosas con las que yo estaba satisfecha, también mi propósito era el gusto general. Conseguir seguidores de lo que hago con un gusto popular que incluyera el mío. Porque al fin de cuentas, es mi trabajo. Pero nunca se lo comenté. Pensé que sería obvio o algo fácil de intuir. O que si él tuviera dudas con ello, me preguntaría al respecto. Pero claro que no hubieron dudas. Al final supe que el me veía como una persona transformada en un monstruo cerrado narcisista. 

Todo lo anterior me rompió el corazón. Porque mi omisión del detalle de no contarle mis razones para actuar y decidir de una manera, hicieron que fuera poco a poco destruyendo la imagen que él tenía de mí. Pero, no fue sólo eso. 

Como dije, soy una persona necia. Me molesta que me digan en qué estoy mal. Sí, sí, me molesta, pero no lo ignoro. No evito que me lo digas. Porque, si en algún momento alguien intenta decirme algo que hice mal, le diré en el instante que por supuesto me va a molestar lo que dice, pero no que esté intentando decirme. ¿Me explico? Me molesta la verdad, no la acción. Pero de nuevo, no explico el por qué de mis acciones. O en este caso, de lo que digo. Así que cuando yo le dije que me molestaba que me dijeran la verdad él lo tomó a modo de callarse todo lo que a él le molestara o no le gustara. Por lo cual, cuando todo culminó, además de lo que ya conté, me dijo muchas cosas más que claro que eran verdad. 

Sinceramente, estoy tan molesta con aquellas mariposas que yo omití e ignoré. Porque no pude ver que gracias a ellas yo dejaba de gustarle poco a poco. Pero resultara curioso saber que yo terminé la relación. 

Una semana antes de terminar, yo hablaba con un amigo (por fin) sobre lo que sentía. Mis preocupaciones de que ya no era lo mismo cayeron a sus oídos y platicamos sobre lo que debería hacer para saber si para él seguía siendo lo mismo. Así que, al siguiente día de hablarlo, le hice dos preguntas al susodicho. La primera era sobre si aún me quería. Y la segunda era sobre si él quería seguir conmigo en una relación amorosa. Lo más sincero que podrías hacer es haberlo respondido con un "sí" rotundo a las dos. Pero no lo hizo así. Contestó con dos frases largas para terminar con el sí. Y me dolió mucho escucharlo, porque fue en ese momento en el que me di cuenta que él ya no me quería en su vida. Aunque no lo hubiera dicho. Lo conocía tan bien que pude saberlo antes de que me lo confirmara después. Además, tres días antes de culminar todo, mi grupo hizo un evento muy bonito para mostrar nuestros trabajos artísticos al público. Evento que significaba el comienzo de todo. Era muy importante para mí. Invité a mis amigos. Lo invité a él de la misma forma con la que estuve ahí esperando a que llegara hasta el cierre de las puertas.Con el corazón en mano. Pero no llegó. Lo cual significaba la confirmación que no esperaba que llegara. Muchos meses atrás él hubiese hecho lo imposible para ir, aún si le hubiera dicho que no me importaba nada. Así que, al final del día, luego de llorar mucho. Sabía que necesitaba terminar con lo más bonito de mi vida. 

Para cuando llegó el día, sólo le dije que teníamos que terminar, que era el mejor momento, y que necesitaba que lo hiciéramos bien. Sin que él me terminara odiando. Porque para mi es sólo un tiempo. Él fue quien hablo la mayoría del tiempo, y se dedicó a decirme todo lo que había guardado y cargado consigo todo éste tiempo. Como dije, me dolió en el alma. Pero al mismo tiempo me dio tanto gusto ver que él logró avanzar en aspectos de su persona para momentos como ese. Pero seguía doliendo porque no lograba entender cómo es que yo veía todos esos progresos en él, pero él seguía viendo la triste imagen que construyó de mí. No dije nada. 

Pasó una semana y el dolor que había en mi alma quemaba tanto que no podía evitar llorar cuando recordaba alguna palabra que él dijo ese día. Porque había cosas que yo no podía evitar que él pensara, porque nunca le ayudé a entenderlo. Y había algunas otras que eran tan verdaderas que ardían en mi pecho. 

Cuando tienes dolor, las personas siempre te dicen que hay dos opciones: ahogarte en él o actuar por él. Pero nunca te dicen que existe una tercera: ahogarte en él mientras actúas por y para él. Porque cuando eliges solamente actuar por el, puede que en el camino te desvíes por la venganza. Pero cuando logras sentirlo, oírlo y entenderlo, actuaras porque sabes que está ahí por alguna razón, y que necesitas hacerlo para mejorar. Fue lo que decidí hacer, además de que, como dije, para mi sólo es un tiempo. Por ello, cuando logré hablar con él de nuevo, le dije que iba a reconquistarlo de nuevo. Que iba a intentarlo una vez más. Porque yo lo amo. Y sé que en el fondo él también, pero yo hice cansar ese cariño. Así que intentaré alentarlo y regresar el amor y la esperanza que se evaporaron. 

Así que la respuesta a "¿qué carajos se supone que haga ahora con mi corazón?" es permitirle seguir sintiendo. Además de ponerle unos cuantos parches y suturas mezclados con unas válvulas para que no solamente regrese a ser normal, si no que mejore lo que fue. 

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